Bitácora de viaje 15 / Enero / 2017 Nuevamente decidí salir con mis grandes amigos de Camycam hacia un full day lleno de aventuras. La cascada de Huachacara, que no conocía, me esperaba y... la lluvia, también. La caminata se inició en la quebrada que nos lleva al anexo de Collana, a 2,700 m.s.n.m. Este anexo pertenece al distrito de Matucana, provincia de Huarochirí.
El inicio de la caminata está frente a la cascada de Challape... otra ruta a explorar :)
Bien, cuando es verano en Lima ciudad, en la sierra, llueve; así que me aseguro de tener conmigo mi impermeable y muda de cambio. Lo chévere de caminar por la sierra en esta época es la frescura del clima. No hay el sol que te sofoca tanto en las cuestas, todo el camino está verde y lleno de flores. También puedes encontrar barro y uno que otro charquito, pero la vida es para ensuciarse, si no pa'qué?! Es así que alrededor de las 09:00 am, con un clima nublado, iniciamos nuestro ingreso en la quebrada que nos llevará hacia el anexo de Collana (a unos 30 minutos en auto desde la plaza de Matucana). Obviamente, como en toda caminata, íbamos todo para arriba :)
Iniciamos la caminata. En unos metros más doblaremos un poco hacia la izquierda y empezaremos a subir.
Durante el ascenso era inevitable detenerme, no sólo a respirar profundamente, pero a admirar el paisaje a mi alrededor, sentir la frescura de la tierra, el olor de las hierbas, admirar el cielo que parece que se nos viene encima en cualquier momento, ver a los animalitos del camino.... sí, detenerse es bueno.
Deben ser parientes, tienen la misma carita :)
Desde aquí, el anexo de Huariquiña - Matucana.
Mi buena amiga Maggie y yo caminábamos juntas cuando ella se para en seco y apunta hacia el suelo. "Mira" - me dice. Nos habíamos topado con una tremenda bronca entre tres Escarabajos Peloteros (no son futbolistas, aclaro). Maggie me explica que estos insectos toman pequeñas porciones de los excrementos de los animales, las hacen bolitas, que van empujando con sus patas traseras, y las usan de nido-encubadora y alimento para sus huevos. Son muy lindos y fotografiables, así que "click" y luego Maggie empuja a algunos otros que estaban en el camino "para que no los pisen" - me dice.
Escarabajos Peloteros y su bolita de... caca.
Seguimos avanzando en el camino y esta vez, nos llama la atención un cactus que está enredado en un Mito, ¿o será el Mito el que está enredado con el cáctus? Están juntos y están, literalmente, revueltos. Maggie (una capaza!) identifica las especies que ahí encontramos: "Mito o Papaya Silvestre" y el San Pedro Eschenopsis Pachanoi.
"Enredados"
Mito o Papaya Silvestre
San Pedro
Luego de mis clases particulares de flora y fauna (es todo un privilegio), llegamos al anexo de Collana, es el punto más alto de nuestra caminata, ahí, el guía y mi gran amigo, Alan "Battery" Pulido, nos lleva para abajo por un caminito de tierra, que hoy estaba de barro y resbaladizo debido a las últimas lluvias.
Bajadita lodosa y resbalosa.
Pisando con el talón firmemente bajamos, bajamos y seguimos bajando hasta adentrarnos más en la quebrada; ya escuchaba el agua correr y pensé que la cascada estaba cerca; pero no, no era la cascada la que escuchaba, era una fuerte corriente de agua que teníamos que cruzar sobre un puente de maderitas, que por seguridad, pasamos de uno en uno. ¡Maggie, foto!
Maggie, ¡foto!
Troncos con honguitos preciosos.
Pasamos por el puente hacia el otro lado de la quebrada, caminamos unos minutos más por una zona cubierta de maleza, cuando de repente el agua se escuchaba con más fuerza, la maleza se despejó y el camino siguió bajando, cuando volteo la mirada hacia la derecha, la corriente se había convertido en una caída de casi 10 metros agua y ahí estaba, Huanchacara... ¡¡¡wiii!!!
Estamos al fondo de la quebrada, una bajadita más y mira hacia tu lado derecho.
La Cascada de Huanchacara ¡wiiii!
Las fotos de rigor no se hicieron esperar y, mi amiga la lluvia, tampoco. Justo cuando llegamos a la cascada y yo lista para sacar la toalla y animarme a un chapuzón, empezó la lluvia. Gotas grandes de agua cayeron copiosamente, así que saqué algunas fotos y me preparé para el retorno.
Disculpad la calidad, amigos, fue foto tomada con el celular y ya caminando bajo la lluvia.
Guardé mi cámara, pues no es inmune al agua, me puse mi impermeable y junto con el grupo emprendimos el camino de regreso. Todo estaba más lodoso y la lluvia no nos abandonó hasta que regresamos al punto de inicio de la caminata. Felizmente todos llegamos sanos y salvos.... mojados de tanto andar bajo la lluvia, pero vivos y felices :)
Con mi gran amigo Alan "Battery" Pulido. Gracias, Causa, por la ruta, muy chévere!!
Desde aquel día empezó la temporada de huaycos en Santa Eulalia, Chosica y Chaclacayo. Es por ello que las caminatas no son recomendadas si a Lima debes volver, pues no sabes en qué momento cae un huayco, te bloquea la carretera y te quedas varado sin saber hora de retorno. Mejor prevenir, irnos a la playa o a caminar por la ciudad :) Para mas fotitos sobre esta salida, puedes seguirme en Instagram. Esta es una ruta muy bonita, de nivel básico, espero que te animes a explorarla pronto (¡que pasen los huaycos!). Por cierto, es la primera vez que no me pude sacar de la cabeza esta canción mientras escribía este post. Para los noventeros nostálgicos, aquí les dejo una de Vilma Palma e Vampiros:
"Una lluvia de mil rostros nos empapó y vos te quedaste mal, mojada hasta los pies por llorar...".