miércoles, 28 de diciembre de 2016

Palacala - La Voluntad del Caminante

Bitácora 08 / Diciembre / 2016

Palacala... lo divertido de esta ruta, definitivamente, es el reto de llegar hasta la cascada; son 9 Kms (sólo de ida) de purita voluntad.  No es en vano lo que se dice de ella, esta ruta es de exigencia moderada.  Por lo tanto, la recomendación es visitarla cuando ya se tiene experiencia en caminatas o una muy buena condición física.


La ruta, un reto de pura voluntad :)

La cascada de Palacala (2,850 m.s.n.m.) se encuentra en la quebrada de Matala, a la que se accede desde el pueblo de San Jerónimo de Surco, en el Km. 67 de la Carretera Central, a una hora y media de Chosica.

Después de muchos años volví a realizar esta caminata y en el mes de diciembre, cuando gracias a las lluvias, la coloración de los cerros está variando de un amarillo-seco a un verde-vida; y cuando la neblina ayuda al caminante a hacer una caminata fresca que puede durar entre 03 a 04 horas, dependiendo del ritmo que uno lleve.


Día nuboso, día fresco para caminar :)
¡No olviden llevar impermeable!

De arranque nomás, la ruta nos recibe con una primera subidita empinada, que por lo general desmoraliza a muchos.  Esta subida nos lleva hasta el mirador desde donde se ve el pueblo de San Jerónimo de Surco.

Primera subidita empinada hacia el mirador.
Vista desde el primer mirador.
San Jerónimo de Surco
Foto: Rosalynn NG

Luego seguimos ascendiendo por por un camino marcado y que hoy tiene muchas flechas que te van guiando a tu destino.

El camino discurre entre casas, perros guardianes, animales de granja, coloridas flores y campos de cultivo.


Tomando la siesta :)

Papaya serrana :)

Cultivo de flores :)

Subiendo y bajando; respirando y aprovechando cada tramo plano, llegarán lejos ¡Fuerza!


Letreritos motivadores :)

Esta ruta es sin duda un desafío a la voluntad y un reto físico al tener la impresión de estar subiendo una interminable escalera. ¡No desfallezcas! Lee los letreritos motivadores, pues cuando menos lo pienses te recibirá un: "Sonríe, ya llegaste".


¡¡Felicidades!!

¡¡Bienvenidos a Palacala!! Aunque esta cascada no es la más impresionante, su ducha natural y su pozita de agua helada es lo más delicioso del mundo luego de una caminata tan larga.  Hacer la merienda en la cascada, descansar y darse un remojón es lo mejor para el camino de retorno de aproximadamente 02 horas.


Palacala los espera :)

Nos vemos en la ruta :)

Para ver mas fotitos de esta aventura, pueden ingresar a mi galería en Flickr o sígueme por Instagram.

Información General

De Lima a Chosica se puede ir en colectivo desde Chota (Lima) o desde Orrantia (Javier Prado con Arequipa) - en promedio S/. 7.00 Soles de pasaje.

De Chosica a San Jerónimo de Surco hay un paradero de combis que salen a Matucana.  Sólo indican al cobrador que se van hasta Surco - por lo general S/. 4.00 Soles de pasaje.

En San Jerónimo de Surco hay que pagar el ingreso al circuito - S/. 2.00 Soles.

Desde diciembre hasta abril se esperan lluvias, por lo que es recomendable llevar un impermeable.

Desde mayo hasta noviembre el clima es seco, con mucho sol; motivo por el cual se recomienda llevar por lo menos 2 lts de agua por persona y protección solar (gorro, lentes, bloqueador).

domingo, 30 de octubre de 2016

Loma, Lomita, Lomera

Bitácora 16 / Octubre / 2016

En esta oportunidad tengo una sorpresa, pues para este pequeño especial de las Lomas de Asia, invité a un blogger del cual he aprendido mucho y con quien compartí esta preciosa ruta.

Algo que quería compartir desde mi propia experiencia es que conocimos a Iván Reyna Ramos, el responsable del proyecto Lomas de Asia, y debo reconocer que la pasión y cariño con la que él se expresaba acerca de la reserva fue inspirador.  Ese día no hubieron otros visitantes, así que Iván se explayó con nosotros a su regalado antojo y nosotros ¡felices!  Me llevé una de las mejores experiencias de este lugar y sólo espero que más adelante este proyecto pueda sustentarse en el tiempo.


Iván Reyna Ramos, responsable del proyecto Lomas de Asia.
Un apasionado de su trabajo :)
Sin más que decir de mi parte, aquí el relato de mi buen amigo y blogger, Aldo Chávez:

Las lomas costeras son ecosistemas que se desarrollan únicamente en Perú y Chile, se forman durante los meses de invierno en base a vegetación que crece aprovechando la humedad que brinda la condensación de la abundante neblina que llega del océano hacia las laderas con cara al mar. Debido a esto, los mejores meses para visitar las lomas son los meses de invierno en los que podremos encontrarlas con su mayor verdor.

Las lomas más conocidas en el circuito limeño son las Lomas de Lúcumo y las de Lachay (a modo personal, mi primera caminata en las cercanías de Lima fue en Lúcumo), sin embargo, en los últimos años muchos otros proyectos de lomas han ido dándose a conocer poco a poco y están empezando a ser recorridos por diversos visitantes. Y es que, cuando uno quiere empezar a excursionar o realizar recorridos familiares o entre amigos, los circuitos de lomas son los más accesibles y atractivos, por su cercanía, facilidad de recorrido, variedad de plantas y animales que pueden apreciarse (muchos de ellos endémicos de las lomas).

Hace algunas semanas, estuvimos viendo con Malu la posibilidad de visitar algunas de estas “nuevas” lomas de las que encontramos información en internet y elegimos visitar las de Asia. Así que luego de coordinar con Ivan Reyna quien es uno de los impulsores del proyecto y se desempeña también como guía, a las 7:15 am del domingo pasado nos encontramos en la puerta principal del C.C. El Jockey Plaza para luego caminar al paradero de los buses de Soyuz y enrumbarnos al sur.  Luego de un viaje de aproximadamente hora y media, bajamos en el paradero del Km. 101 de la Panamericana Sur y tomamos un taxi que nos llevó hasta la puerta de entrada del circuito ecoturístico “Lomas de Asia”, donde Iván nos estaba esperando.

Una vez ahí, Iván nos habló acerca del proyecto, el cual viene desarrollando la Comunidad Campesina de Asia desde hace 04 años.  Han implementado cerca de 08 rutas mediante las cuales se puede visitar diferentes áreas de las lomas, la ruta de trekking, la ruta de los miradores, la ruta de estudios, la ruta del zorro, la ruta de la vizcacha, entre otras. Debido a que no podíamos visitar todas las rutas en un día Iván nos ofreció amablemente realizar una ruta combinada (que resulto ser algo exigente, sin embargo, la disfrutamos al máximo).


Ivan brindándonos información general.

Luego que nos diera las indicaciones para poder realizar la visita, empezamos la ruta entusiasmados por conocer el lugar; la naturaleza nos permitió ver un campo lleno de lirios del inca y algunos asientos de suegra, además de ver volar una de las muchas águilas que veríamos en el camino y tomarle fotos a un par de lechuzas de tierra y a unos pájaros mineros. A esa altura Malu y yo estábamos más que complacidos con lo que habíamos visto en la ruta, pero Ivan seguía alimentando nuestra satisfacción contándonos acerca de toda la biodiversidad que podríamos apreciar en el camino. Nos adentramos hacia la ruta de observación de aves y pudimos apreciar mineros de pico grueso (que a diferencia de las lechuzas que viven haciendo huecos en la tierra, éstos viven entre las rocas), algunos canasteros y tomarle fotos a un mito (árbol que bota papaya silvestre).


Asiento de suegra cantando "because I'm happyyyyy! :)
Debo reconocer que lo más impresionante vino después, pues vimos salir volando una bandada de chirihues de Raymondi, en una cantidad que jamás me hubiera imaginado poder ver en esa zona y luego ver como salían también algunas bandadas más pequeñas de pericos desde los arboles cercanos a la zona del primer campamento. 

Llegando a la base del Cerro Macho (Llamado así por la forma fálica de una de sus rocas) pudimos ver también unas putillas o mosqueros cardenales y fuimos tomando fotos de las diversas flores que encontramos en el camino. Lamentablemente no pudimos apreciar ninguna flor de amancaes pues Iván nos contó que suelen florecer entre los meses de junio y julio, en esos meses las lomas de Asia suelen ponerse amarillas pues nos aseguró que tienen más de doscientas de estas flores en la zona. Como consuelo, mientras seguíamos subiendo por la ruta pudimos tomar fotos de manzanillas silvestres, flores orejas de ratón, begonias, plantas de mitos y muchas otras que será muy largo nombrar en este post. Lo que, si pudimos tomar, fue fotos de una de las águilas de la zona, posada sobre un tronco de árbol mientras trataba de atraer algunos pájaros mineros para capturarlos.


No es una broma, esta roca existe y así la puedes ver!! Es para matarse de risa! :)
Iván nos iba contando como trabajaban con biólogos y otros expertos a fin de identificar cada especie que encontraban, como regaban cada día los arboles de tara que estaban en la zona y que su sueño era reforestar la zona de estos árboles y una vez que crecieran, en conjunto con la Peperomia pudieran ayudar a mantener la humedad de las lomas y convertirla en un entorno más sostenible. Por el momento, se ayudaban de los atrapanieblas que habían instalado en la zona y unos tanques en los que almacenan el agua que captan de estos. Habían tenido que subirlos con unas 15 personas, pero el esfuerzo estaba rindiendo sus frutos.


Cooperación eficaz. La peperomia es la plantita que vemos proliferar en estilo "punk" sobre las ramas del mito.
Ambas especies colaboran con su supervivencia :)
Luego de pasar la zona de los tanques llegamos a la parte más alta de la ruta y pudimos ver como los pastores de una zona aledaña habían destruido varios metros del cerco que protegía las lomas, a fin de que sus vacas entren a comer la vegetación de la que no disponían en las otras laderas. Iván, nos comentó que cada vez que esto pasaba nunca nadie se hacía responsable del ganado así que no hay a quien pedirle que repare la cerca, lo único que podían hacer, es volver a levantar la cerca nuevamente. Luego de tomar unas panorámicas y algunas fotos de árboles de tara que había en la zona emprendimos la bajada por la ruta de los miradores.

En el camino pudimos ver tres águilas volando al frente nuestro y yo me lamentaba más que nunca el haberme olvidado la cámara en casa, afortunadamente con la cámara de Malú pudimos tomarle algunas fotos.  En el descenso Iván nos seguía nombrando la mayoría de las flores que encontrábamos en el camino y nos mostró unas llamadas Varitas de San José, que tienen pétalos blancos y estambres amarillos, y nos aseguró que son una de las pocas lomas que las tienen en cantidad.


Las águilas nos acompañaron todo el camino... y todavía posan para la foto! :)
Luego de descansar un momento en la zona de campamento, bajamos hasta la entrada, en el camino pudimos ver nuevamente unas lechuzas y unas vizcachas a las que fotografiamos.  No pudimos ver al zorro andino, a pesar de encontrar sus rastros y que el día anterior Iván lo había encontrado con otro grupo que había visitado las lomas; al llegar a la puerta, nos recogió un auto que había mandado llamar Iván pues en la zona no hay forma de conseguir transporte, nos despedimos de él y emprendimos de regreso a casa.


Felices andando por las Lomas de Asia :)
Más fotitos en mi cuenta de Flickr, también me puedes seguir en Instagram y junto con este relato sale el Fan Page de Andar Conmigo, puedes verlo aquí.

Recomendaciones y Tips
La “época de lomas” dura desde julio hasta noviembre aproximadamente.
Visitar esta reserva ecológica es una salida de nivel básico, ideal para toda la familia, pues se encuentra a nivel del mar y tiene rutas desde una hora hasta cuatro o cinco, dependiendo del ritmo del visitante.
Para llegar a las lomas, hay que ir por toda la Panamericana Sur hasta el Km. 101 y de ahí ingresar a la izquierda, al poblado de Asia por unos 20 minutos aproximadamente.  La gente de la zona pueden darles instrucciones precisas del rumbo a tomar.
Si quisieran ir por su cuenta, pueden obtener toda la información aquí.

Algunas precauciones para la visita a lomas:
No ingresar con mascotas, pues  alteran a la fauna local.
Durante toda la visita se debe permanecer dentro de los límites del camino.
Evitar botar la basura en el camino, hay tachos para ello.
Dejar la zona de campamento limpia.
Llevar zapatillas con cocada y de caña alta de preferencia.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Cordillera La Viuda

Bitácora de Viaje 13 / Agosto / 2016

A pesar que llevo casi cinco años caminando, nunca me había tocado ir a la zona de Canta ni a la cordillera de La Viuda. Eran destinos no-visitados, pendientes, no-conocidos, marcados-en-el-mapa... hasta que con mucha emoción lo confirmé,  me iría con grandes amigos y mi mochila guerrera a conocer Canta - Obrajillo - San Miguel - La Viuda. ¡Wiii!

Partimos un sábado muy temprano hacia el Km. 22 de la avenida Túpac Amaru, donde el tráfico es inevitable, pero cuando por fin logras salir de la ciudad, cuando el cemento se disipa y cambia por campos de cultivo; la carretera, que está espectacular, te invita a seguir sin mirar atrás.

Entre buena música y muy buena onda, casi sin darnos cuenta llegamos a Santa Rosa de Quives para un desayuno bien servido y un rápido abastecimiento de algunas provisiones y agua porque ya empezábamos a sentir que el sol se pondría fuertísimo, muy africano hacia el medio día.


Emocionada por la nueva aventura y con cámara en mano para cazar
momentos... los pokemones se quedaron en Lima.
Seguimos nuestro rumbo haciendo sesión de "karaoke en el auto" con un antiquísimo "bamboleio, bamboleia, porque mi vida yo la prefiero vivir así" hasta que paramos en un pueblo de carretera llamado Yasos.  Imposible no dejar de admirar el estilo antiguo de estas casas de dos pisos con balcones de madera labrada - lo que no dejaría de repetirse en los siguientes pueblos que visitamos (Canta, Obrajillo, Cullhuay) - y sólo algunas construcciones en material noble, pero pintadas de colores vivos, muy contrastantes con el paisaje. Recomiendo parar un ratito, admirar, sacar fotitos y conversar con la gente de la zona; todos soy muy amables.


Casita del pueblo de carretera Yasos
Iglesia del pueblo de Yasos
Ya con un sol abrasador, nuevamente recorriendo la carretera pasamos el desvío a Huamantanga y en un momento más llegamos al famoso Canta.  Tanto que me habían hablado de este lugar, ¡por fin!  Se encuentra en un lugar privilegiado, rodeado de cerros y con el típico cielo serrano celeste y nubes de algodón, que junto con algunas casas antiguas le dan al pueblo ese aire pintoresco que no se ve en las grandes ciudades.  Sin embargo, debido al crecimiento que ha tenido el pueblo por la afluencia de turistas, hay más casas de material noble y servicios para cualquiera que desee abastecerse y continuar su viaje - restaurantes, mercado, tiendas de abarrotes, empresas de transporte; y si deseas quedarte, hospedajes.

Luego del heladito de ley, porque el sol ya era imposible, nos fuimos hacia Obrajillo. Este pueblo sí es más rústico. Sus casas viejas con balcones de madera y calles estrechas con pistas empedradas, me encantó.  Nos paramos en la plaza de armas donde nos tomamos una chicha de jora más buena. ¡¡uf!! y luego de unas fotitos nos fuimos para la zona del río donde están todos los restaurantes, mercados de artesanías y caballos con los que puedes subir al anexo de San Miguel, desde donde tuvimos una vista panorámica del pueblo y parte del valle del río Chillón.  No se pierdan de esta vista panorámica, vale la pena subir hasta San Miguel.  Además, así como nosotros, después y con el apetito en su total apogeo, pueden bajar a Obrajillo y probar del abanico de oferta culinaria - chancho al palo, pollo a la leña, cuy y trucha en todas sus preparaciones.


Heladito en la plaza de Canta.
Angel en el cementerio del anexo de San Miguel.
Así pues, nos despedimos de Obrajillo, del río que entretiene a los viajeros, las caídas de agua y su bullicioso "boulevar" de restaurantes.  Ahora partimos con dirección a la cordillera La Viuda.


Obrajillo - vista desde el anexo de San Miguel.
La aparición del Ichu a los lados del camino y el friecito helado fuera del auto nos hacen sentir la proximidad de la cordillera La Viuda, claro si se encuentra por encima de los 4,000 m.s.n.m, obviamente hace frío.  En nuestro camino encontramos las hoy famosas Laguna Chuchún y Laguna de Siete Colores, pero nuestro destino fue más allacito.  Llegamos hasta la Laguna Pachas, a un paso de Yantac.  Junto a la Laguna Pachas encontramos la estancia de una pareja de comuneros muy amables, que nos brindarían calidez en una noche que se avecinaba muy fría.


En esta aventura con el gran "Macho-Machito" - un guerrero que nunca nos defrauda.
Atardecer hermoso a orillas de la laguna Pachas.
Para empezar, nos dejaron acampar en su estancia y además, nos invitaron a cenar.  Es la sopa de pollito con cabello de angel más rica y reponedora que probé, pues el armado de nuestras carpas fue toda una odisea con el frío nivel Antártida que sentíamos.  En la madrugada, tomar las fotos nocturnas nos costó la sensibilidad en los dedos por un buen rato. Sin embargo, como "todo tiene su final", luego de la larga y fría noche, vino el amanecer y el sol radiante asomó sobre nuestro flanco izquierdo.  La vista era espectacular, pero el calor del sol fue lo mejor. Adiós a la noche y bienvenido el nuevo día.


¡Bienvenido el nuevo día! Amanecer en la laguna Pachas.
Solcito que calienta el alma y las manitos :)
En esto que estuvimos tomando fotos y admirando la laguna y los patitos que en ella se bañaban, los gentiles comuneros también nos invitaron a tomar desayuno. ¡Cachangas con café! Una buena charla y un delicioso desayuno dieron inicio a un domingo de muy buena vibra.  Era un día perfecto :)


¡Chapuzón! - click en el momento justo :)
Finalmente, luego de empacar todo nuevamente, nos esperaba el retorno directo a Lima.  No sin antes dejarle a estos señores tan adorables las provisiones que no habíamos utilizado y yo feliz, abrazando a la señora como si la conociera de toda la vida.

Espero volver y por supuesto, con amigos y amigas que conozcan esta hermosa zona y a esta maravillosa pareja de ancianos comuneros, que a pesar de su edad viven en una zona alejada, trabajando duro con su ganado, pero tranquilos; nadie los apura a nada; juntos, cuidándose mutuamente y felices.


Familia de comuneros asentados en las orillas de la laguna Pachas.
Para ver más fotitos de esta ruta y las otras descritas en el blog, ingresen a ver mi cuenta en Flickr y me pueden seguir también en Instagram.

jueves, 14 de julio de 2016

Huillpa - En la Quebrada de las Flores

Bitácora de Viaje 12 / Junio / 2016

"¿A Huillpa? ¡A Huillpa se puede llegar en auto!" Lo sé, lo sé... pero como dice nuestro querido Manolo del Castillo: "Al Perú se le conoce caminando".

Una vez más con mochila a la espalda y con un grupo muy chévere formado por Camycam, Andar Conmigo se fue hasta el anexo de Huillpa, en el distrito de Matucana, provincia de Huarochirí.


Grupo muy chévere en la salida de Camycam.  Foto: Jaime Baldeón

El acceso a pie al anexo de Huillpa inicia antes de la ruta que nos lleva a la también conocida cascada de Antankallo.  Donde se encuentra el puesto de venta de quesos y antes del camino empedrado, veremos un pequeño desvío a la izquierda que va todo para arriba (¡para variar!) y se convierte en un sendero marcado y amplio a la margen izquierda de la quebrada Chucumayo.


Sendero amplio en la quebrada Chucumayo.

Desde el inicio del camino supimos que iba a ser un día soleado, el cielo estaba limpio, ni una nube; y como no hacía mucho que había terminado la época de lluvias, la quebrada nos mostraba sus pastos verdes, maleza amarillenta y flores multicolores, cuyas formas irían variando a lo largo del camino.


Desde el inicio de la ruta disfrutamos de variadas flores.

A medida que avanzábamos, pude ver hacia mi hombro derecho la senda a la cascada Antankallo.  Mi vista llegó hasta la zona de camping, que aún contaba con algunas carpas.


Pude ver la zona de camping de la cascada de Antankallo.

Seguíamos nuestro camino conversando de rato en rato con los chicos del grupo, cuando volví mi mirada al frente y ¡zas! me encontré con unos ojazos redondos adornados con unas pestañotas mirándonos atentamente, era una zona de pastoreo donde varias vacas pastaban y descansaban.


Unos ojazos redondos adornados con unas pestañotas y su lindo aretito más.
Tomándole foto a la hermosa vaquita.  Foto: Jaime Baldeón.

Luego de las fotos respectivas y el infaltable: "¡mira que lindas!", nos encontramos con un hermoso jardín de cartuchos de todos los tamaños.  Nuevamente las cámaras hicieron "click".  Pero si las rosas tienen espinas, los cartuchos tienen... ¡barro! Su cultivo es en suelo húmedo y tuvimos que pasar por un costado, saltando entre piedras, resbalando y embarrando zapatillas y medias.  Yo pensaba "¡esto es karma! La vida está vengando a mi madre por todas las veces que de niña llegué a la casa con la ropa recontra cochina"... porque ahora ¡la ropa la lavo yo!


Hermoso prado de cartuchos.
Caminito de cartuchos y barro!
Luego del barro, a secarlas al viento!

Después del chacoteo, llegamos a una explanada, ahora sí con todo el sol encima ¡uf! Full recarga de energía, hidratación, una merienda pequeña y a admirar el paisaje, pues ya hemos subido aproximadamente 400 metros y podemos ver Matucana chiquita, hacia abajo.


Se me movió el horizonte en el descanso :D

Entonces, aprovechando el descanso, le pregunto a mi guía "¿Por dónde sigue la ruta?" A lo que ella me responde: "¿Ves allá arriba un camino con eucaliptos?". "Si" - respondí.  Ella replicó: "Ok, por ahí vamos a pasar, son como 450 metros más arriba, Huillpa está por alla arribita".

Totalmente mentalizada, partí de la explanada con el grupo. Después de una bajada pequeña, cruzamos un puente hacia el otro lado de la quebrada y volvimos a subir, haciendo cortes de "5 minutos", ahorrándonos así las grandes curvas del cerro.


Bajadita de la explanada y puente por el que cruzamos al otro lado de la quebrada. Foto: Jaime Baldeón.

Cuando el sol golpea duro, por momentos, el camino parece interminable; pero felizmente de rato en rato escuchaba la voz de nuestro guía "power", Fernando, que gritaba "¡¡vamos chicos, ya nos falta poco!!"  Aunque no lo crean esta buena vibra da muchos ánimos, el ritmo vuelve a ser decidido y la energía renovada vuelve a cargar las extremidades.


El sol ya nos golpeaba duro en el camino.  Foto: Jaime Baldeón.
Pero siempre la buena vibra del grupo ayuda a recargar energías! :)  Foto: Jaime Baldeón.

Esta segunda subida nos conduciría por fin hasta el anexo de Huillpa, a 3,265 msnm.  Los pobladores de esta zona se dedican principalmente al cultivo de flores y a la elaboración de productos lácteos, así que luego de un descanso en el centro del pueblo, que hoy parece desierto, pues no hay gente en la calle, nos dirigimos a la casa del señor Mondragón, conocido fabricante de queso fresco.


Nuestro guía power, Fernando, mientras descansamos en el anexo de Huillpa.
Foto grupal antes de continuar la caminata. Foto: Jaime Baldeón.

Ahora que ya habíamos conocido Huillpa, tocaba el retorno, que no sería por la misma ruta, si no que seguiríamos por la quebrada hasta llegar al sendero que lleva a la cascada de Antankallo; es decir, nos dimos una vuelta por toda la quebrada Chucumayo, conociendo sus flores, sus campos de cultivo, fauna, gente y al final de la ruta, nos topamos con los que subían a la cascada y nos preguntaban: "¿Qué tal está la cascada? ¿Tiene mucha agua?".  Nosotros respondíamos: "No sabemos, jajajajaja".


Se le llama "Asiento de Suegra".
Y emprendemos el retorno a Matucana por el camino de los eucaliptos.
A la izquierda, la llamada "Cabeza de León"; abajo, Matucana.



Tomado fotitos.  Foto: Jaime Baldeón
Cabras locas!
Un descanso en la sombra ¡Fresco!.  Foto: Jaime Baldeón.
Esperando que salga la leche y el queso.
Y así, con estas nubes llegué al final de la ruta; a la vueltita, Matucana.

Recuerden que pueden ver más fotos en mi galería en Flickr o Instagram :)

Recomendaciones Generales

La ruta hasta el anexo de Huillpa es muy tranquila, como mencioné con un sendero amplio, paisaje lindo y con un desnivel de 800 mts que a paso tranquilo se puede hacer sin problemas en aproximadamente 5 hrs, un total ida y vuelta de 10 kms.

Ruta de nivel básico, apta para toda la familia.


¡¡Hasta la próxima!!