jueves, 15 de septiembre de 2016

Cordillera La Viuda

Bitácora de Viaje 13 / Agosto / 2016

A pesar que llevo casi cinco años caminando, nunca me había tocado ir a la zona de Canta ni a la cordillera de La Viuda. Eran destinos no-visitados, pendientes, no-conocidos, marcados-en-el-mapa... hasta que con mucha emoción lo confirmé,  me iría con grandes amigos y mi mochila guerrera a conocer Canta - Obrajillo - San Miguel - La Viuda. ¡Wiii!

Partimos un sábado muy temprano hacia el Km. 22 de la avenida Túpac Amaru, donde el tráfico es inevitable, pero cuando por fin logras salir de la ciudad, cuando el cemento se disipa y cambia por campos de cultivo; la carretera, que está espectacular, te invita a seguir sin mirar atrás.

Entre buena música y muy buena onda, casi sin darnos cuenta llegamos a Santa Rosa de Quives para un desayuno bien servido y un rápido abastecimiento de algunas provisiones y agua porque ya empezábamos a sentir que el sol se pondría fuertísimo, muy africano hacia el medio día.


Emocionada por la nueva aventura y con cámara en mano para cazar
momentos... los pokemones se quedaron en Lima.
Seguimos nuestro rumbo haciendo sesión de "karaoke en el auto" con un antiquísimo "bamboleio, bamboleia, porque mi vida yo la prefiero vivir así" hasta que paramos en un pueblo de carretera llamado Yasos.  Imposible no dejar de admirar el estilo antiguo de estas casas de dos pisos con balcones de madera labrada - lo que no dejaría de repetirse en los siguientes pueblos que visitamos (Canta, Obrajillo, Cullhuay) - y sólo algunas construcciones en material noble, pero pintadas de colores vivos, muy contrastantes con el paisaje. Recomiendo parar un ratito, admirar, sacar fotitos y conversar con la gente de la zona; todos soy muy amables.


Casita del pueblo de carretera Yasos
Iglesia del pueblo de Yasos
Ya con un sol abrasador, nuevamente recorriendo la carretera pasamos el desvío a Huamantanga y en un momento más llegamos al famoso Canta.  Tanto que me habían hablado de este lugar, ¡por fin!  Se encuentra en un lugar privilegiado, rodeado de cerros y con el típico cielo serrano celeste y nubes de algodón, que junto con algunas casas antiguas le dan al pueblo ese aire pintoresco que no se ve en las grandes ciudades.  Sin embargo, debido al crecimiento que ha tenido el pueblo por la afluencia de turistas, hay más casas de material noble y servicios para cualquiera que desee abastecerse y continuar su viaje - restaurantes, mercado, tiendas de abarrotes, empresas de transporte; y si deseas quedarte, hospedajes.

Luego del heladito de ley, porque el sol ya era imposible, nos fuimos hacia Obrajillo. Este pueblo sí es más rústico. Sus casas viejas con balcones de madera y calles estrechas con pistas empedradas, me encantó.  Nos paramos en la plaza de armas donde nos tomamos una chicha de jora más buena. ¡¡uf!! y luego de unas fotitos nos fuimos para la zona del río donde están todos los restaurantes, mercados de artesanías y caballos con los que puedes subir al anexo de San Miguel, desde donde tuvimos una vista panorámica del pueblo y parte del valle del río Chillón.  No se pierdan de esta vista panorámica, vale la pena subir hasta San Miguel.  Además, así como nosotros, después y con el apetito en su total apogeo, pueden bajar a Obrajillo y probar del abanico de oferta culinaria - chancho al palo, pollo a la leña, cuy y trucha en todas sus preparaciones.


Heladito en la plaza de Canta.
Angel en el cementerio del anexo de San Miguel.
Así pues, nos despedimos de Obrajillo, del río que entretiene a los viajeros, las caídas de agua y su bullicioso "boulevar" de restaurantes.  Ahora partimos con dirección a la cordillera La Viuda.


Obrajillo - vista desde el anexo de San Miguel.
La aparición del Ichu a los lados del camino y el friecito helado fuera del auto nos hacen sentir la proximidad de la cordillera La Viuda, claro si se encuentra por encima de los 4,000 m.s.n.m, obviamente hace frío.  En nuestro camino encontramos las hoy famosas Laguna Chuchún y Laguna de Siete Colores, pero nuestro destino fue más allacito.  Llegamos hasta la Laguna Pachas, a un paso de Yantac.  Junto a la Laguna Pachas encontramos la estancia de una pareja de comuneros muy amables, que nos brindarían calidez en una noche que se avecinaba muy fría.


En esta aventura con el gran "Macho-Machito" - un guerrero que nunca nos defrauda.
Atardecer hermoso a orillas de la laguna Pachas.
Para empezar, nos dejaron acampar en su estancia y además, nos invitaron a cenar.  Es la sopa de pollito con cabello de angel más rica y reponedora que probé, pues el armado de nuestras carpas fue toda una odisea con el frío nivel Antártida que sentíamos.  En la madrugada, tomar las fotos nocturnas nos costó la sensibilidad en los dedos por un buen rato. Sin embargo, como "todo tiene su final", luego de la larga y fría noche, vino el amanecer y el sol radiante asomó sobre nuestro flanco izquierdo.  La vista era espectacular, pero el calor del sol fue lo mejor. Adiós a la noche y bienvenido el nuevo día.


¡Bienvenido el nuevo día! Amanecer en la laguna Pachas.
Solcito que calienta el alma y las manitos :)
En esto que estuvimos tomando fotos y admirando la laguna y los patitos que en ella se bañaban, los gentiles comuneros también nos invitaron a tomar desayuno. ¡Cachangas con café! Una buena charla y un delicioso desayuno dieron inicio a un domingo de muy buena vibra.  Era un día perfecto :)


¡Chapuzón! - click en el momento justo :)
Finalmente, luego de empacar todo nuevamente, nos esperaba el retorno directo a Lima.  No sin antes dejarle a estos señores tan adorables las provisiones que no habíamos utilizado y yo feliz, abrazando a la señora como si la conociera de toda la vida.

Espero volver y por supuesto, con amigos y amigas que conozcan esta hermosa zona y a esta maravillosa pareja de ancianos comuneros, que a pesar de su edad viven en una zona alejada, trabajando duro con su ganado, pero tranquilos; nadie los apura a nada; juntos, cuidándose mutuamente y felices.


Familia de comuneros asentados en las orillas de la laguna Pachas.
Para ver más fotitos de esta ruta y las otras descritas en el blog, ingresen a ver mi cuenta en Flickr y me pueden seguir también en Instagram.