jueves, 19 de abril de 2018

La Laguna de Cara Negra - Yanaulla

Bitácora de Viaje 15 / Abril / 2018

Mi segundo apellido es “Yana” que en Quechua significa “Negro”; es por ello que todo lugar que contenga la palabra “Yana”, me llama a investigar su significado.  Entonces, decimos que la palabra Yanaulla significa “Cara Negra” y la laguna fue nombrada así porque cuando el clima está gris, la laguna parece tener este color. Momento cultural, concluido :)

Ahora, el momento emotivo: ¡Vuelvo a las andadas! Y nada más y nada menos que con una caminata de nivel moderado como es el trekking a la laguna Yanaulla.  Aquí les dejo el mapita de ubicación; ando feliz con esta maravillosa aplicación cortesía de mi querido amigo Alan “Battery” Pulido:



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En esta oportunidad, el punto de partida es San Mateo de Huanchor (3,149 m.s.n.m.) y aunque yo pensé que la altura acabaría conmigo, pasé bien la noche del sábado para domingo y estuve despierta a las 4.30 am para alistarme e ir a la movilidad que nos llevaría hacia la zona de Chinchán donde iniciaríamos nuestra caminata.

A grandes rasgos, nos explicó Alan, la ruta arrancaría de frente con una subidita, bajadita, pampa Curicocha donde están los bofedales (zonas húmedas), otra subidita, bajadita y de frente a la laguna. ¡Listo, anotado, vamos despacito, pero vamos!

¡Empezamos subiendo!
Hace tiempo, en mi querido club Camycam aprendí que en las subidas, si el físico no te acompaña, vas a pasos cortos, a tu ritmo (mantenerlo constante, debes); vas respirando, sin mirar a la parte más alta, sólo camina y disfruta del paisaje alrededor.  Aunque es un ejercicio agotador, concentrarte en tus pasos y en tu respiración, ayuda a olvidarte de TODO, de la oficina, del tráfico, de tus problemas familiares, de tus problemas sentimentales. Todo desparece y a ver pues, qué hay ahí, dentro de ti. Es un encuentro contigo mismo.

Es un encuentro contigo mismo. Foto: Alexander Rodeali
El clima estaba espectacular, vimos nubes de formas caprichosas, blanquísimas, esponjosas y otras que parecían trazos de pintura en el cielo, espectacular. Se movían rápido, lo que generaba un viento fuerte y frío, sobre todo en las zonas altas – siendo el punto más alto 4,900 m.s.n.m. – pero cuando las nubes daban paso al sol, sentías un calor abrigador y reconfortante, lo justo para mantener la temperatura corporal.

Con mi amigota, Maggie Hidalgo.  Foto: Alexander Rodeali
La mayor parte de la flora de esta zona es pequeña y colorida, hay botones amarillos encendidos, flores moradas, mini florecitas rojas y blancas que van deleitando la vista.

Además, toda esta zona es de pastoreo, así que tuvimos oportunidad de ver llamas, carneros y tuvimos un arduo debate sobre si también habían guanacos o no… no soy experta en el tema, pero sean lo que sean, todos son hermosos.

Botones de colores deleitando la vista a lo largo del camino.


¿Llamitas, guanacos, alpacas, vicuñas? Preciso buscar información al respecto :)
En fin, justo cuando mis piernas ya pedían descanso, una compañera y yo llegamos a una lagunilla que me puso en duda de si era o no la famosa laguna Yanaulla, más parecía una poza y pensé que quizá no habría nota para el blog después de todo.

No, esta no es.
Entonces, apareció Alan, el guía, preguntando: “¿Qué haces aquí? Y yo: “Pues le estoy tomando foto a la laguna”.  Me miró con cara de desprecio y me dijo: “Es allá, más allá, más al fondo, Malú, hay que bordear esa loma, osea, al fondo a la derecha”. Y yo haciendo uso de las dos líneas de batería que me quedaban para sonreír, le dije: “Ok, vamos”.

Punto más alto de la ruta 4,900 m.s.n.m.
Yanaulla es la laguna del fondo, ¡La de más al fondo de todas!
Caminé, respirando siempre, contando los pasos hacia “más allá, más al fondo”, hasta que bordeamos una loma y “chan”, tampoco estaba, no era, apareció un charquito.  Volteé a ver a mi compañera y le dije: “Esta tampoco es, ¿cierto? Hay que seguir bordeando y pasar eso, ¿cierto?” mientras señalaba otra loma y un bloque de formaciones rocosas.  Ella asintió riéndose y continuamos nuestro camino.

jejeje... esta tampoco es.
Luego de pasar el último bloque de rocas, yo pedía en mi cabecita “Por favor, Diosito, que ya sea la laguna” hasta que por fin, pasamos y ahí estaba, enorme, una gran laguna con patitos y con unos reflejos del maravilloso cielo que tuvimos ese día. ¡Por fin, caracho, llegamos! Esta es y aquí me planto a descansar a comer mi snack y a rehidratarme bien.

Las fotos de rigor son infaltables, pero sobre todo, la admiración del lugar. Estar frente a una laguna es mágico. Estaba sentada ahí, mirando a los patos nadar, respirando profundo, por un rato ya no hacía frío. Pensaba en lo afortunada que soy en poder llegar a tener este tipo de experiencias.  Como que se te bajan los hombros, te relajas y sabes que cualquier problema que tengas, tendrá solución.  Por ahí que se abre una ventana ;)


Laguna Yanaulla - no me alcanzó la panorámica para la dimensión de esta laguna.
Es hermosa y espero que se animen a conocerla :)
Luego del momento pitufi-filósófico, nos tomamos la foto de rigor y a regresar porque la movilidad nos espera.  Sólo nos queda sacar la batería de repuesto y empezar a caminar.


¡Gran experiencia caminando hacia la laguna Yanaulla!
Anímate y viaja, pues viajar alimenta el alma :)

Recomendaciones:
* Esta caminata es de nivel moderado no por el desnivel de la ruta, si no por la altura a la que hay que caminar.  Es por ello que la recomendación para evitar malestares, es aclimatar un día antes en el pueblo de San Mateo de Huanchor, donde tienes todas las facilidades como para abastecerte antes de realizar la caminata.

* Otro factor importante es que esta zona es bastante fría, por lo cual, la recomendación es vestir siempre por capas.  Una primera prenda bien pegada al cuerpo, una segunda capa polar en la parte superior y pantalón de trekk, además de una tercera capa que sería la casaca abrigadora, guantes, chullo/buff/polar para la cabeza y el cuello.


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